domingo, 9 de septiembre de 2007

Segunda parte del libro resumida: SIEMBRA

Siembra


En la segunda parte del libro Anastasio recuerda cuando se reunían en casa de Celia a jugar a “las escondidas” y a “las animas del purgatorio” todos los de la pandilla con sus amigas, pero se acuerda principalmente cuando en una tarde durante ese juego descubre a su amigo Leopoldo besando a su enamorada Maribel, a causa de esto, sale arrancando por la impresión que le causaron esas dos personas.


Estaban en clases, el había entrado al colegio San Ignacio por una beca que le consiguió su tío; en aquel colegio conoció a un sacerdote de nombre Padre Usoz, con quién conversaba abiertamente de sus problemas e inquietudes. Del Padre Usoz aprendió mucho por su forma de enseñar mediante comparaciones.Descubrió que uno de sus amigos llamado Andrés había muerto, y para pasar la pena de su muerte, Enrique, Anastasio y Adolfo se fueron a un bar a beber vino chacolí mezclado con gaseosas; en una de las mesas se encontraban tres extranjeras de aproximadamente treinta y cinco a cuarenta años que también andaban pasadas de copas. Enrique tardó poco en entablar una conversación en mezcla de inglés con un mal español, pero lo que principalmente le atrajo de ellas fue la inmensa cantidad de dinero con que contaban. Partió días con una pelirroja a un hotel, y logró robarle gran parte de su dinero; uno de esos días en que Anastasio paseaba solo, su amigo Enrique lo vé y lo invita a subir, tenía organizada una fiesta con su pelirroja y otras amigas mayores; Anastasio en su inocencia tardó en darse cuenta de lo que ocurría, y cuando lo hizo, huyó encontrándose con Celia. Anastasio de forma indirecta quiso contarle a ella lo que le acababa de ocurrir con Enrique, pero por lealtad a éste, no lo hizo. Celia en cambio lo incitaba a que le dijese que la quería, pero la timidez y el respeto que él le tenía se lo impidieron.
Por estos días Anastasio ya tenía quince años y una vez más conversó con el padre Usoz como era usualmente.

Un día cuando salió a visitar a su tía, en el trayecto se encontró con Celia y la invitó a desayunar para conversar con ella, pues hacía tiempo que no la veía, en cierta medida le declaró su amor, pero sin llegar a comprometerse; a ella no le fue indiferente esta declaración ya que también sentía un profundo afecto hacia él, y le contó que ya había olvidado a Enrique, se encontraban conversando sobre sus recuerdos desde cuando se conocieron, cuando entró al café una señora gritando a voces que había caído Madrid, que la guerra estaba por terminar. Todos se pusieron muy contentos, la dueña del local gritó que todos los consumos eran gratis por su cuenta para celebrar el acontecimiento, otro caballero grito que partía inmediatamente a Madrid a ver a su familia. Anastasio decidió inmediatamente acompañarlo, Celia le facilitó todo el dinero que traía, más el que él tenía para gastos del viaje, su meta era reencontrase con su madre, a la que ya hacía tres años no veía.

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